En Asamblea realizada el viernes pasado en el salón de actos del Hospital San Luis, se manifestó la preocupación de APTS-FeSProSa, y de todos los sindicatos de la salud del país, ante el ajuste del presupuesto del sector que se viene sufriendo y cuya máxima expresión se evidenció con el anuncio de reducir al Ministerio de Salud de la Nación a una Secretaría.
El impacto de esta decisión política es negativo ya que perjudica directamente a la salud de la población. Ante estas medidas el jefe de la Dirección de VIH-SIDA y ETS de la Nación, Dr. Sergio Maulen, renunció, por advertir que el recorte perjudica fuertemente el mantenimiento de los programas de prevención, tratamiento y asistencia para enfermedades como el VIH-SIDA, HEPATITIS, TBC Y OTROS.
Estos hechos ponen en evidencia el avance de la CUS en la privatización de la salud, visibilizado en: la eliminación del programa remediar salud (reemplazado por el CUS MEDICAMENTOS), los despidos en el Hospital Posadas (el más grande de Argentina), el desmantelamiento del Hospital Garraham, entre otras tantas medidas de recortes llevadas a cabo en un intento del gobierno para llegar al déficit cero, tal como lo requiere el FMI.
Al mismo tiempo, el ajuste recae directamente en el bolsillo y afecta la calidad de vida de los trabajadores. La calidad de vida de las personas es tomada por la OMS como índice de salud poblacional. Si la calidad de vida de los argentinos desmejora, la enfermedad habitará en las familias quienes recurrirán a un servicio de salud pública cuyo presupuesto se ha reducido casi a la mitad.
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